Juego de Roommates: guía básica para sobrevivir a la convivencia.

Convivir en un espacio con personas extrañas y ajenas a ti no es fácil, y mucho menos cuando es toda una semana, meses o años. No es fácil conocer la vida y rutina de una persona y que esta conozca la tuyas.

Desde que me mudé de mi casa he vivido con seis personas distintas, seis tipos diferentes de roommates y seis tipos de personalidades. ¡Nada fácil! Básicamente si he de explicar éste post de alguna forma tendría que ser remitiéndome a la famosa serie de libros y de tv “Game Of Thrones”. Es por esta razón que voy a escribir sobre algunas recetas y algunos tipos de roommates. Espero puedas sobrevivir a esta etapa de la vida en donde tienes tu propio espacio, pero compartido con seres que parecen sacado de una dimensión desconocida.

De antemano, si alguno de mis roommates, antiguos o actuales, lee esto: no se preocupen, todos son personas  a las que aprendí a querer y con quienes conviví, pero lo más importante de las que aprendí y aprendo todos los días.

¡QUE EL JUEGO DE TRONOS….. PERDÓN, QUE EL JUEGO DE ROOMMATES COMIENCE!

Tipos de roommates.

El Robert Baratheon:

Básicamente solamente quiere tirar, comer y beber. No encuentra razón para lavar platos, sacar la basura o acomodar el desorden en espacios comunes. Es el rey del lugar y se hace todo como diga.

Éste tipo de roommates es complicado, su creencia real lo hace bastante dominante y no suele tener consideración alguna por sus otros roommates. Tal vez no es el mejor para convivir, pero es un amigo leal. Al igual que Ned Stark, hay que saberlos llevar con sus defectos o aptitudes. Lo mejor en estos casos es hacerles creer que llevan la corona y dejarles pasar las cosas, ya saben; tirar de la balanza a nuestro favor algunas veces y otras hacia él. Lo mejor también es dividir los espacios, asignar tareas y respetar los utensilios.

La Cersei Lannister:

La reina de Westeros, del apartamento y también llamada la peligrosa. Puede ser tu mejor amiga y tu peor enemiga. Viven en el mismo techo, pero ella manda, hace todo, y nunca comete errores. No le importas mientras pagues el alquiler.

Lo mejor en estos casos es respetar espacios en el lugar, no ser un desordenado y demostrar que puedes gobernar mejor que ella o estar a su nivel. Toca tener mejor grado de madurez y no dejarse llevar. No es mala persona, pero es complicada. Pueden ayudarse mutuamente a llegar a los objetivos.

El Sansa Stark:

El roommate que no hace nada y hay que decirle qué hacer. Son dóciles, fáciles y predecibles para convivir. Solamente tienen una afición en la vida y es poder tener un techo para dormir. Siempre te vas a enterar cuando llega, te lo hará saber. Querrá de tu comida o que se la hagas.

Hay que tener mucho tacto con éste tipo de personas, pueden ser molestas, pero eso no significa que te arruinen la convivencia, de hecho, son muy buenas personas para convivir y muy buenos amigos aunque siempre, siempre, siempre, siempre quieran pasar tiempo contigo. Repartir las tares no significan que las haga, por lo que es más fácil recordarles sus deberes reales.

El Eddard Stark:

El estricto o mano del rey. Puede notar defectos en el lugar más rápido que un carpintero. Responsable con el alquiler y otros pagos. No es egoísta, pero le gusta ser equitativo y justo. Siempre es bueno con las conversaciones y suelen ser interesantes. Lo peor que podría pasar en un choque de roommates, de diálogo o convivencia. Nada grave.

Asignar tareas suele ser una opción agradable y bastante justa para todos. Amigos para toda al vida.

El Daenerys Targaryen:

El roommate sumiso y fácil de controlar. El roommate perfecto. Tu mejor amigo en la casa o apartamento y aunque cree que te va a liberar como si fueses un esclavo de Astapor suelen ser muy útil para no aburrirte. Amigo de tus amigos y el del plan Back Up. No lo dejes ir.

Puede pasar que un día se revele por cuestiones ajenas a la amistad y más por convivencia e injusticias, pero de allí no va a pasar. No intentes ser Viserys o terminarás despertando al dragón, no hay que abusar de las personas, pero sí dejar claras las tareas y responsabilidades dentro del lugar, y como buen rey controlador, dar el ejemplo.

La Catelyn Stark:

El roommate que arma el desastre y luego lo arregla. Controlador y espontáneo. Bueno con las tareas que se le asignen aunque signifique que lo haga una hora después. Si se respeta, respetará. Comparte comida y la repone. Nada egoísta.

La lección que hay que aprender con éste tipo de roommate es ser paciente. Las recompensas de vivir con alguien así son buenas, y a veces es bueno calmarse, mirar los lados positivos y esperar. No todo puede ser color de rosa, pero se puede mejorar. Conversar sobre las cosas que molestan o que se pueden rectificar son un buen método para mejorar la convivencia.

Y tú,  ¿qué tipo de roommate eres?

Lo que tienes que saber es que a veces es mejor un buen diálogo que una pelea. Hablar sobre lo que te molesta y poner las cartas sobre la mesa siempre es lo mejor. Asignar tareas resulta muy útil cuando no hay un diagrama claro de obligaciones. Respeta los espacios comunes y personales. Comparte tus cosas, pero coloca tus límites. Colabora con lo que puedas y lo más importante NO HAGAS LO QUE NO TE GUSTARÍA TE HICIERAN.

Tus roommates son como tu familia, aunque a veces no los escoges, también te toca jalar la cadena alguna vez por ellos. Son los que tendrás mientras vivan bajo el mismo reino. No conviertan la convivencia en una guerra de tronos, sólo vuelvan la vida más pacífica y divertida que en otros reinos. Deja de conspirar y comienza a ver a estas personas como tu familia, te aseguro no quieres acabar como Joffrey.

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